La decoración integral en la boda de Inés y Enrique, Quisimos hacerla toda con un aire muy otoñal.

Comenzó en la Iglesia de San Pedro de Garrovillas, con un medio arco en la entrada, compuesto a base ramas otoñales, magnolia, rosas melocotón, hortensias, brazos, helechos, granadas…



El interior de la iglesia, se decoró a base de cestos con paniculata, árboles de olivos, e iluminación de vela en faroles.

Sumamos el detalle de unos aros de ruscus para los pajes.


Una vez finalizada la ceremonia, ya en la finca, de camino al cocktail; pusimos un delicioso puesto de limonadas y aguas, acompañado de plantas y verdes camino al jardín donde se celebraba el cocktail.

Los puestos de buffet iban todos decorados a base de plantas, flores silvestres de colores muy variados, frutos, calabazas…
Acompañados, entre otros materiales, de nuestros fruteros antiguos, de tres pisos de altura.

El espacio del jardín se unificaba con nuestras sombrillas balinesas y alfombras/esteras de ‘’sisal’’.

Los árboles del jardín iban repletos de bombonas colgantes con vela led.
El espacio completo iba iluminado a base de nuestros faroles de bambú y hierro. Además de velones tamaño XXL, repartidos por los puestos.
De los árboles también colgaban nuestra colección de cestos antiguos rellenos de flores silvestres en todos los tonos otoñales.
En el jardín, por supuesto se encontraba también el seating, que fabricamos especialmente para Inés.
Soldamos planchas de rejilla y maderas antiguas.
Y lo acompañamos de una guirnalda de ruscus, y ramas de frutos silvestres.
Y por supuesto, en el jardín, la zona de niños.
Llena de fantasía, a base de tipis indios, confeccionados por Inés, y columpios rodeados de flores.




La siguiente zona, el salón en el que cenarían todos los familiares y amigos. Quisimos remarcar la entrada con un arco completo, también en tonos muy otoñales, con todo tipo de verdes, hortensias, rosas, granadas, brazos, calabazas…



En el interior, tanto las mesas, con nuestras flautas; como el impresionante bodegón, con una preciosa colección de mama juanas, estaban decorados con muchísimas varas de pampa, tulipanes, brezos granates y blancos…
Además de muchísima iluminación en las mesas, pues a pesar de ser una boda de medio día, el salón quedaba abierto y encendido durante el baile.
Había detalles por todo el salón, velones XXL de cera, en las paredes, había colgada caza, decidimos enmarcarlos con marcos vegetales.

La mesa dulces, la decoramos con diferentes cristales rellenos nubes de paniculata.









Lo que predominaba en el salón del baile, era la iluminación.
Con velones, burbujas led, espejos para que se duplicara el efecto de luz, y las ventanas por supuesto, llenas de burburjitas de cristal con led.

Los ramos de las dos madres, el de Rogelia, la madre de Inés, compuesto de sus propias hortensias asturianas, y bayas otoñales.
Y el de la madre del novio, con rosas preciosas y también bayas otoñales.

Y por último, el ramo de la novia.
A base de eucaliptus, astilbe rosa clarito, erygium azul, distintas variedades de espigas y brazo granate y rosa.

Proveedores:
Catering: Senescal
Vestido: Valenzuela
Fotografías: Lorena San José